lunes, 29 de noviembre de 2010

homenaje a mí

Guárdenme un minuto de silencio.
A mí –hedonista en las aceras-,
Que estoy viviendo
Y no es por casualidad.
Y le rindo un homenaje
Al amor propio,
Aunque a veces no me quiera.
Un minuto, por favor,
No lo pongan más difícil,
Que estoy viviendo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

intento de poema

Amor,
He vuelto a subir al autobús nauseabundo que nos traía de Madrid y tanto odiabas.
Después me he convertido en punto en el paisaje,
en aire comprimido con capas de nostalgia.
Pensaba en escribirte algún bello poema y el verso se me corta entre los dedos.
Fue más fácil vivirlo que decirte
cómo te necesito durante el viaje.
Te llamo por teléfono, a más de 1000 kms., tu voz es como un beso en la mejilla.
He regresado a casa, te cuelgo y un abrazo y quiero ser feliz y que lo seas…
Me quedo meditando en otras crisis,
que habría sido distinto si un trabajo
hubiera sorteado la pobreza
de no saber qué hacer entre la nada.
y pienso que pensar no es suficiente y busco sin frenarme la manera…

martes, 23 de noviembre de 2010

cenizas

No fueron tan vanas la duda, la culpa, el gesto acostumbrado de rizar el rizo. El dedo en tu flequillo lo decía girando como un bucle infinito. ¿quién no traga saliva cuando yacen los restos del naufragio en la alcoba? ¿quién no cierra las pestañas si descubre cenizas al pisar, nada es mentira?
Cuando solté tu mano lo intuía, te alejaría el viento huracanado. Necesidad de ir y revivirte, necesidad de ti sin mí contigo. Dónde posar las manos ya vacías, qué sentido tendrá la piel sin tacto. Qué sentido una vida sin sentidos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

temerario

el hombre que se saltaba los semáforos, que asustaba a los transeúntes conduciendo en dirección contraria, que chocó contra los contenedores... decidió aparcar en zona azul, pagó la tasa. después, anduvo lentamente hacia la colina más alta y gritó como un loco regalándole al aire los fragmentos de un corazón roto. respondieron los lobos. recordó una frase: "nada teme quien lo ha perdido todo".

que todo pasa

abrió los ojos tras el vendaval y descubrió que todo lo que amó había desaparecido. en un instante infinito volaron promesas y frágiles deseos, cayeron los cimientos, se fragmentó el alma, mordió el polvo restante, cerró los puños golpeando el vacío. abrió los ojos y no había nada. y de la nada recogió las pocas fuerzas que quedaban para decir adiós y comenzar, que todo pasa.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

el duende 2

Hoy mi duende no quiere dormir, yo estoy cansada de sus contradicciones. Algún día tendré que decirle que me deje actuar sin cuestionármelo todo. Caminaba por la calle, ya sabéis, la de siempre, de hojas amarillas sobre las baldosas y dos hileras de árboles alrededor. A mi duende no le interesan estos detalles, sólo las sensaciones. Pero las sensaciones parten del color de una hoja o del viento frío durante el otoño. Me decía mi duende que si no puedo cambiar de calle, termine por aceptarla. Por otro lado se queja porque a él le gustaría tener otros espacios de los que hablar. Que tenga que aceptar una calle, no implica que me guste. Espera, me dice, a que se presente la calle que me conviene o constrúyela tú misma, vete. ¿Y qué me conviene?, pregunto a mi duende. Lo que haga levantarte cada mañana con ganas de día y de noche eternas.
En la calle hay transeúntes con los que no puedo hablar, no entiendo su lenguaje. Mientras tanto, mi duende me dice: mírate, ya no tienes 20 años, te han salido canas, tu espalda se resiente más de cuatro horas en pie, has vivido experiencias que ahora te parecen instantes fugaces sin huella. Y eres lo que vives, lo que hablas y sientes. Te falta un oído y no tienes ritmo, me dice mi duende, algún día te fallará la vista y la barriga seguirá creciendo si te abandonas. Tienes un sentido del humos absurdo, dice mi duende, que algunos comprenden, pero casi nada te hace gracia y no sabes hacia dónde dirigirte, estás perdida y la calle no tiene culpa.
Mi duende no se cansa, yo sí, mi duende no siente dolor, sólo me habla del dolor, tan racional él que abruma. Un día me dice que me quede y el otro vete, no hay quien entienda a mi duende. Insiste en que me elija a mí por encima de cualquier otra cosa. Todo lo justifica la razón según el duende, pero elegirte implica soledad, insiste, hacerte daño y revivirte.
Algún día tendré que hacerle caso.

martes, 9 de noviembre de 2010

el duende

Dicen los científicos que la voz de nuestro cerebro se llama duende interior. Por tanto, yo voy por la calle con mi duende; por tanto, ya no estoy loca y por tanto, ya no hablo sola. Es el duende quien me dice lo que veo y siento, sobretodo lo que siento. La necesidad de ponerle palabras a cada cosa.
Esta mañana, no muy temprano, caminaba por la calle. Mi duende decía lo tedioso que es andar cada día sobre las mismas baldosas. Ahora son amarillas porque el invierno llegó de golpe y están cubiertas de hojas. Hace tanto viento que casi vuelan las bolsas de la compra. Esta calle será la misma quizá hasta diciembre o enero si este año nieva, y si no, tendremos que esperar a abril, decía mi duende, para que parezca otra.
Llego a la casa del viejo y le doy los buenos días. Él tiene su duende, que le dice lo listos que son los japoneses porque han inventado la vida eterna. Podremos vivir más de 500 años, lo han inventado los japoneses. Es su duende el que habla. El mío responde que sería horroroso ver al viejo durante 500 años sentado frente al televisor. Su duende se repite, ya conozco sus historias, pero el mío le escucha como si fuera la primera vez. Y está encantado el viejo.
Después de dos horas regreso a casa con las mismas bolsas, la misma calle y el mismo viento. Sal de aquí, dice mi duende, esta no es la vida por la que habías luchado, insiste.
Algún día tendré que hacerle caso.

lunes, 8 de noviembre de 2010

ella era lágrima

Acumulaba lágrimas
Lágrimas púrpuras, lágrimas blancas
Ácidas lágrimas de madrugada
Ella era un cuenco de sollozos
Que residían la cuenca de los ojos.
El tiempo dio lágrimas fugaces
Atravesando la garganta.
Ella era lágrima .
Mojó las manos con las lágrimas.
Ella era lágrima cautiva
Era la tarde solitaria
Las sábanas de lágrimas gastadas
Era lluvia en el otoño
La travesía mojándose de llanto
Y a veces un tambor de lágrimas
Le golpeaban el estómago y las ganas
De devorar la vida, de nutrirse
Con el infiel abrazo.
Ella era lágrima,
Lágrima hueca y sucia lágrima
Buscando un sol deslagrimado
Un regadío de lágrimas le inundaba
La tierra fértil, la piel intacta
Y la anhelante carne que se mustia
Al anegarse en el torrente de agua.
Ella era lágrima…
(Continuará)

sábado, 6 de noviembre de 2010

sin que se rompa nadie

Atiende a la urgencia de esparcirte
Derrámate sobre la tierra fértil
Y que absorba.
Eres más que agua.
Con el rabillo izquierdo de los ojos
Miras
Una ciudad lejana,
el compás que te percute las raíces.
Posibilidades.
Con el derecho
Amanezco contigo,
Me encuentras escribiendo este poema
Segura de tenerme.
Eres más que ojos
Más que el hemisferio dividido
Y en tu centro buscas el mar
Donde desembocar el río
Que ahora fluye más que nunca.
Sin que se partan los extremos.
Sin que se rompa nadie.

viernes, 5 de noviembre de 2010

aparta el aguardiente (un viejo poema)

Aparta el aguardiente de sus ojos mansos,
que otros vendrán para vahar la hora donde el delirio aguarda.

Para vaharla.
Ahora.

Aparta de sus ojos no tan mansos de sus ojos caen alfombras
de aladinos y zahoríes o princesas no tan mansas las princesas
y una lámpara embrujada cabalgándole en el rostro
que otros vendrán mamá para cegarla

y te dirá que guardes esa fábula encantada
y la alfombra de Aladino el aguardiente o la ternura no tan mansa
la ternura por si otros le llegaran con el cuento de cegarla
que la guardes la ternura y la regreses a sus ojos

que otros vendrán, mamá, para vaharla.
Ahora, para vaharla.

Y aparta los humores como lágrima escanciada
que cayera de su boca
y si quiere detenerse delirando en la barbilla
este ensayo de sollozo esta lágrima escanciada por bufones
y aladinos o zahoríes o princesas no devuelvas a sus labios
lo que fue del aguardiente

Que otros vendrán, mamá

Que otros vendrán y otros vendrán mamá
para beberla
Ahora
para cantarla.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

para paula, por su cumpleaños


Te felicito
Porque has ganado un año más
-Ese regalo que a veces damos por perdido-
Porque sigues creciendo
Y sorteas la dificultad con malabarismo inaudito
Porque te ríes de cualquier cosa
Te felicito
Porque sigues sorprendiéndote
Con el baile del agua
Y sabes disfrutar de una cerveza,
Del ronroneo de un gato,
De una tarde de domingo.
Porque me sorprendes
Porque sabes sacarle el gris a la monotonía
Y haces fuego con las manos,
Música.
Te felicito
Porque cumples 34 que parecen 20
Por las ilusiones vírgenes
Y parecen 60 por tu sabiduría.
Te felicito
Porque aún siguen intactos algunos ideales
Y no te rindes
Y aún puedo admirarte un día más
Te felicito, Paula,
Por permitirme ser parte de ti
O yo contigo
Pero ante todo
Por ser tú:
Única, independiente y bella
Inteligente brillo que se cruza.
Felicidades.

martes, 2 de noviembre de 2010

cáscaras, cortezas y pellejos

Vinieron de muy lejos a bucear por las alcantarillas. Nos regalaron trajes de neopreno, unas gafas para el agua y esas aletas que nos confundían con peces en la mitad del fango.
Así de fácil.
Parecía ridículo bajar las escaleras con semejante viso, y aún así, fuimos limpiando los desechos, atravesando oscuros rastros que conducían a la vital salida.
Cáscaras, cortezas y pellejos nos cortarían el paso, y aún así, fuimos capaces de limpiar, de depurar la vena.
Así de fácil.
Que lo que estorba mata.

LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.