domingo, 17 de marzo de 2013

Lo cierto es...


Dijeron que no era cierto.

Podría quemar todos los periódicos
y hallar en la humareda la falsa crónica.

Una bocanada para contaminar pulmones sanos,
aún
de ingenuo aliento,
de frágil intención,
de adentro.

Dijeron que no era cierto.

Lo cierto es:
Podría quemar todos los periódicos y hallar en la humareda la(s) falsa(s) crónica(s).
Sería posible cruzar el día hasta la misma noche (puedo) como si fuera fácil.

Hay una orilla en todos los finales.

Pero este humo ¡ay! impone
-ay- bajo el susurro
aquella bocanada que contamina
pulmones sanos,
de ingenuo aliento aún, de voz naciente.

La historia no está escrita, que no está escrita, la verdadera historia no está escrita
y muy a mi pesar con tinta no, por fuerza,
la historia verdadera entra.

Por eso,
podría quemar todos los periódicos
cruzar un día tras otro hasta la misma noche como si fuera fácil inhalar historias verdaderas,
vivir la historia.

Lo cierto es
que a mí me salva cruzar un día entero hasta la noche -y viceversa-
sabiendo que el amor no es un mercado de falsas crónicas.





LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.