Y sucede que otras veces la casa no
responde.
Como un pariente lejano que ha negado
los vínculos se alejan los tabiques.
Hace frío a la intemperie.
La casa pide hogar, pero las cosas...
las cosas abrazan en el centro, ahogo,
para que nunca olvides:
las cosas eres tú, tú eres las cosas.
A cambio del último aliento, otra, la
casa muro, la casa cerco
finge el amor de los ladrillos.
Goteras.
Pero hace frío a la intemperie,
heladas,
y puede que una noche
las grietas valgan más que las
estrellas.