sábado, 30 de noviembre de 2013

pero otras veces la casa

Y sucede que otras veces la casa no responde.
Como un pariente lejano que ha negado los vínculos se alejan los tabiques.
Hace frío a la intemperie.

La casa pide hogar, pero las cosas...
las cosas abrazan en el centro, ahogo, para que nunca olvides:
las cosas eres tú, tú eres las cosas.

A cambio del último aliento, otra, la casa muro, la casa cerco
finge el amor de los ladrillos. Goteras.

Pero hace frío a la intemperie,
heladas,
y puede que una noche
las grietas valgan más que las estrellas.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

algunas casas suerte

Algunas veces
siento ganas de cuidar la casa.

El caos ordena el vacuo intento de perfección -es es como podar las ramas
y descubrir que crecen al unísono.

-bello-.                                                                    Desobediencia hermosa.

Pero las cosas-
el caos-las cosas algunas veces piden la horizontalidad incuestionable de las aves.

Allí la mesa bate las alas para que vuelen los cuadernos y los lápices.
Allí la lámpara expande el rayo por el cuarto
iluminando de amarillo los sillones,
como infinitos soles subrayan la flacidez del sofá,
de las horas caídas sobre los cojines.

En la cocina un cuenco pide pan caliente
y los cuchillos se conmueven al deslizar las hojas.
Todo son hojas:
hojas de metal
hojas de papel
hojas de hierba
hojas.

Cierra las hojas, mira:

Algunas cosas han volcado ya su rabia, están buscando en el arrullo la natural quietud de los objetos.

Casa-cosas- de noche suenan nanas
casa-cosas, a veces canto
y
algunas veces tengo 
suerte de descuidar
algunas casas
tengo suerte
alguna suerte 
tengo.


sábado, 9 de noviembre de 2013

Mi humor es negro...

Poema reencontrado de hace dos años y medio:




Mi humor es negro,
amarilleo como una vieja hoja de diario
y a veces procuro que el añil despierte
como un bravo océano.
Malvas son las gafas con que veo la diferencia
entre el macho alfa y la hembra de adjetivo refinado.
Amanezco roja y me pongo colorada
si me descubren el flujo de la sangre
desbordando el recorrido.
Palidezco de miedo ante el insignificante insecto
que quiere chuparme las venas y lucrarse
a costa del bípedo mamífero.
Me vuelvo verde, aún no vieja,
mirando transparencias seductoras en verano.
Sin embargo, siempre que he querido juntar todo el espectro,
una mancha oscura se ha mostrado en mi cuaderno

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Qué me pongo?


El tiempo traiciona -¿o es el clima?-.
Mientras algunos aún esperan al camión de la basura yo sigo sin saber qué ponerme.
A las 8:00 a.m. es tan fácil confundirse...

Si me pongo a disparar improperios un frío en la garganta impide aterciopeladas lenguas. Las lenguas que sanan no son de esta época

pero calientan venas y bombean el corazón de las estatuas.

Me pongo contenta.

No era este el poema...

Estaba diciendo que a las 8:00 a.m. es tan fácil confundirse. 
Por confundir, el día y la noche.
El otoño no llega si al conservar la cordura abandonamos el orden de la melancolía.
Es importante que una estación suceda a las anteriores
 seguir en el círculo, ser la rueda

o saltar
saltar

mejor
saltar.

Tampoco era esto...

Es tan fácil confundirse a las 10:00 p.m., que por poner, ponerme, me pongo contenta.
¿o estamos hablando del tiempo?



sábado, 2 de noviembre de 2013

Instrumentos


Instrumentos:

Los vientos chismosos conversan en el callejón
mientras las cuerdas, tan finas, susurran en la sala de baile los cuentos del director:

Se ha fugado el percusionista con el novio del acordeón.


viernes, 1 de noviembre de 2013

El día de los santos


Leo cómics.
El día de los santos Maus, Elektra y The Sandman
rezan por mí en el cementerio.

A medio camino entre los cipreses
los emisarios cortan las flores.

Aún tengo más vivos entre los vivos
y los que partieron
ya no tienen en cuenta que no los olvido.

LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.