jueves, 11 de diciembre de 2014

y sin embargo crece


En realidad, nada sucede.
El sol sigue saliendo por el este,
se oculta tras cerrar el ciclo:
 
los días pasan
 y el musgo crece.
 
Te necesito más que tú,
que no me necesitas,
 aire.
 
El escenario está dispuesto
para que pueda respirar.
 
A mi insignificante dimensión
nada sucede,
y sin embargo crece.
 
 

sábado, 6 de septiembre de 2014

imperfecciones

El círculo continuo delinea los regresos,
la falta de pausa, repeticiones,
volver a casa y asirse a las almohadas
sólo para dormir sin sueño, sin sueños sólo.

Este es el cansancio cotidiano:
la carencia de brechas donde evadirse el aire.

El aire no se atrapa, se respira fuera de la perfecta esfera.

Amo por eso a la deforme sombra
que se atreve a trepar entre las grietas
y no teme yacer bajo las huellas de un círculo rodando y sin destino.

Apenas me conmueve la vuelta de una rueda
girando sobre el eje reluciente,
prefiero un caminar aunque rastrero,

llenarme de asperezas, lamer la tierra.

viernes, 25 de julio de 2014

STOP


Hay un edificio en el centro con forma de hogar. Hay un hogar sin edificio en la periferia. Aquellos muchachos no han visto un tejado infantil. STOP. Cuadernos de verano. STOP. llora a dos aguas para que no te roben vacaciones estivales. STOP. Comedores asociales. STOP. Hay un edificio sin gente Gente. Hay demasiada gente sin edificio. Casa. Los poderosos niegan – PASEN- que exista alguien -muchos- sin cinco euros en los bolsillos. Dame una mentira para merendar. PASA. Eso está bien. STOP. Mucho mejor. STOP. Abre la boca. STOP. Y come aviones. COME. que colisionen en la garganta.

viernes, 11 de julio de 2014

Memoria

Viajábamos en el seat naranja de regulares formas cúbicas hasta, que yo recuerde, mis primeros quince años de vida. La memoria más remota se remonta a esas 6 personas dejándose conducir por el llamado cabeza de familia. Felices finales de los 70's. En aquella época los niños se sentaban en el regazo de la madre copiloto, y sin cinturón (lo de madre copiloto no era tan feliz), y el resto de los hermanos se apelotonaban en los asientos traseros mientras preguntaban: "¿Cuánto falta, mamá? ¿mamá, falta mucho? De un lugar de La Mancha a otro, el trayecto parecía una aventura irreconciliable con el sueño de volar. Nunca faltaba demasiado, pero nunca llegábamos a tiempo. Durante el camino de regreso (no recuerdo lo sucedido entre viaje y viaje), cuando no podía dormir por el calor, el cansancio o por simple aburrimiento, tarareaba colores. Los colores no eran notas, sino melodías. Melodías que partían de un negro vacío lleno de posibilidades. Ay, el vacío, la carencia, lo no descubierto aún, cómo me gustaba clavarle los dientes y evaporarse nubes. Cómo permitía la plenitud de la música, la ingenua creación de la música. Pero aquella sonata infantil, monótona como locomotoras del peor espagueti western, terriblemente molesta a oídos ajenos, aunque tan necesaria para los propios, exigía silencio. Los verdes o malvas, silencio. Los ámbar o azules, silencio. Los rojos u ocres, silencio. Silencio las vísceras, las náuseas, el fuego. Silencio. No volví a cantar-pintar hasta pasados los 30.

lunes, 9 de junio de 2014

ASAF

Asaf respira bajo el agua con la habilidad de un pez globo.
No ha concluido el viaje de retorno y es preciso calzarse las branquias
para vivir océanos.
En el exilio huye de los pescadores. A redes llenas venden la utilidad del aire.
Pero sólo el mar vale el oxígeno que Asaf respira.
No necesita la lluvia ni lunas reflejadas, la finitud del día.
No necesita el margen de las costas, subir la cima,
clamar la hazaña pretencioso
para volver

...a casa.


viernes, 16 de mayo de 2014

NANA PARA YOSEF

Para mi sobrino Yosef, esta nana:

Tiene mi niño sueño, no lo despierten,
duerme, pequeño, duerme ahora que puedes
darle la espalda a las ciudades
donde los ruidos quiebran.

Callen sirenas, claxon y hablen bajito
tengo a un niño soñando con bosquecitos,
cálidos ríos, mantos de hierba y aire.

Tiene mi niño frío, délen cobijo,
no le roben los rayos cuando amanezca
y el sol lo abrace y le sonría el aire.

Duerme, pequeño duerme, ahora que puedes
soñar con hombres buenos
que no te roben el aire.

Callen sirenas, claxon y hablen bajito
tengo a un niño soñando con bosquecitos,
cálidos ríos, mantos de hierba y aire.

Duerme, pequeño duerme, ahora que puedes.
No le roben los rayos cuando amanezca
y el sol lo abrace y le sonría el aire.



viernes, 9 de mayo de 2014

Imperativo

Mujer: vístete.
Mujer: no te vistas.
Cuídate mujer, regálale al asfalto tus agujas.
Mujer: cuídame. Cuídame, mujer, pero no te pierdas.
Sé mujer la fortaleza. De tus hijos sé mujer la fortaleza.
Ten hijos, mujer. No los tengas.
Acércate con languidez,
ladea la cabeza.
Sé valiente, mujer, y tantas cosas como puedas a la vez
-y que te duela-. Que se note que soportas el dolor,
o que apenas se perciba tu dolor, que no se note, mujer,
que no se note.

Sé sensible, mujer, llora. Y que te rías, mujer, y que te rías.

Si nos parece demasiado,
Inteligente y bella mujer,
modérate, mujer;

ay, que te vistas, mujer
o no te vistas.

Que tanto imperativo, mujer, te desoriente.



sábado, 22 de marzo de 2014

confesiones de una burguesa


Cuando era niña resultaba difícil ocultar mi total indiferencia a todo lo que me rodeaba. Indiferencia que solía interpretarse por los mayores como timidez, incapacidad mental o vete a saber qué. Simplemente había una barrera que no quería atravesar, más me aportaba el observar la erosión de las rocas que cualquier estúpida explicación adulta con irritante tono infantilizado. Pero mientras los demás crecían -y otros menguaban-, iban definiéndose posiciones frente al mundo. La mía, tan débil, distaba mucho de parecerse a ningún esquema presentado, y loca, como una peonza, giraba intentando encontrar respuestas. Nada. Aprendí quizás, que necesitaba de los otros, tarde o temprano terminé por buscar la aceptación, y como una contorsionista me doblegué para amoldarme a lo que se suponía debía ser. Me dolieron los huesos. Tantas eran las posiciones que debía tomar que hasta rasgué algún músculo. No, no podía pretender sentirme aceptada por todos ni que todos me gustaran. Después fui afianzando mi propio criterio, durante años me sentí capaz e inventé un universo a mi imagen con personas afines, mi tribu. Pero nada era propio, y sin ser consciente, había mucho de mentira en ello. Volví a ser peonza, y sin moverme del sitio, cavé la tierra, atravesé sus capas hasta que hallé la raíz. Tuve que regresar al origen para encontrarme.

Y no era tan importante.


viernes, 21 de marzo de 2014

primavera

Recuerdos:

i
en primavera también llueve
y la madera cruje.

ii
aún raíces arraigadas,
tierra seca,
bebe.

iii
se dilatan horas,
ramas,
a veces caen por el peso de las flores los cerezos.

iv

¿y cómo atreverse a hablar de lo solamente visto?

sábado, 22 de febrero de 2014

Duelos

Ahora, tan manso el mediodía,
tan tibio, tan necio que hasta confunde el grito
con pan caliente.

Ahora, tan lejos de lo que pido
pido silencio
me
pido silencio
me pido silencio

pido
len
pido
cio


Yo no quería decir nada,
pero a cada cual le mueren sus duelos,
le duelen sus muertos,
sus duelos

le matan, le duelen, le mueren, los muertos.

jueves, 30 de enero de 2014

el silencio atravesado

Tengo el silencio atravesado (casi),
tengo una mudez inesperada,
me viene una garganta sapiens,
desneuronado el seso,
nada que decir.

y a veces es mejor,
nada que decir tengo,
tengo un silencio nana
y a veces duermo de consumir
fragmentos vivos y casi hirientes,
aquí y allá la gente, que no es mi gente,
que nada es mío, que nadie,
viene para ofrecer estupefacientes:
información en masa, y huele a gas.

Mejor me callo, pero es que sólo casi tengo este silencio atravesado
como una noche cuando te atrapa el agotamiento de la jornada
y ya no hay nada
y ya no hay nada

y casi nada...

domingo, 19 de enero de 2014

Me sabe a poco el salto...

Me sabe a poco el salto que separa
la silla hacia la cama. Cuando extiendo
la mano vacilante y la reprendo
por ir hacia la puerta que encerrara

la vida en unos gestos cara a cara,
reclamo al insondable ser no siendo.
Mas no quiero ganarme ni queriendo
la holgura de una casa sin la rara

presencia del bullicio en la cocina,
el roce de los libros en la mesa,
el paso de mi ángulo a tu esquina

o el ruido afilándole la mina
al lápiz que después dibuja y besa
cuadernos donde nadie desafina.




lunes, 6 de enero de 2014

cifras y letras


Dos
los números carecen de significado hoy tres alegres cuervos bebían agua de los charcos cinco veces negué la fugacidad del viento ayer fueron cuatro más cientos los golpes pero mi mejilla apuesta por sobrevivir a fin de cuentas sólo son cifras y letras que aparentan la sana coherencia


siete más cero son siete y por mucho que oculte el adverbio de cantidad no puedo evitar sumarle a los restos la piel del cordero y si no entiendo nada solamente puedo decir... ...lo que quieras por venir.

LA PANDERETA DIJO (Primera edición)


¿Quién no ha renegado de sus musas o sus musos? (que de todo hay) por bailar la misma música que cotidianamente tocamos? La pandereta dijo es un desafío q todos los instrumentos, entre los que sobresale el ritmo familiar y desacompasado de una historia de amor no solicitada. El libro que tienes en tus manos esconde una realidad donde encuentro y deseo se van transformando en un juego de acróbatas en el que no se sabe cuándo y quién caerá primero.