Tengo el silencio atravesado (casi),
tengo una mudez inesperada,
me viene una garganta sapiens,
desneuronado el seso,
nada que decir.
y a veces es mejor,
nada que decir tengo,
tengo un silencio nana
y a veces duermo de consumir
fragmentos vivos y casi hirientes,
aquí y allá la gente, que no es mi
gente,
que nada es mío, que nadie,
viene para ofrecer estupefacientes:
información en masa, y huele a gas.
Mejor me callo, pero es que sólo casi
tengo este silencio atravesado
como una noche cuando te atrapa el
agotamiento de la jornada
y ya no hay nada
y ya no hay nada
y casi nada...