En realidad, nada sucede.
El sol sigue saliendo por el este,
se oculta tras cerrar el ciclo:
los días pasan
y el musgo crece.
Te necesito más que tú,
que no me necesitas,
aire.
El escenario está dispuesto
para que pueda respirar.
A mi insignificante dimensión
nada sucede,
y sin embargo crece.